sábado, 18 de junio de 2011

Hola pa...

Hola pa...
hace rato que no hablamos. Cuando te fuiste intenté ver si podía seguir hablando con vos, pero esto de la muerte nos deja mudos y sordos de cada lado de la pared, así que, después de mucho tiempo de hablarte desde adentro de mi cabeza, decidí que era hora de escribirte. Quien te dice, estás acá sobre mi hombro leyendo mientras te escribo, y esta carta te llega..
Siempre me quedaron ganas de poder recordar con vos. Cuando no estuviste más, todavía no podía ver los recuerdos, porque todo estaba pasando y era el "ahora". Después me empecé a dar cuenta que todo era "antes" y así empecé a recordarte...
Trabajamos juntos un rato, y nos costó bastante. A vos la presión de que tus socios no me vieran solo como tu hija, a mi la presión de SER tu hija, en fin, aprendí mucho y me lancé sola, aunque siempre de la mano. Mis decisiones, mi atropello, mi desesperación por que todo sea ya, acá, ahora...y tus consejos. Había como algo tácito entre nosotros, yo sabia cuando me aprobabas y cuando lo que hacía no te gustaba tanto, pero me mirabas tratando de no entrometerte.
Me contaste cosas mientras viajábamos juntos al centro rumbo a la oficina, hicimos planes y lloramos los dos de alegría cuando te conté que estaba embarazada, que Mati venía en camino.
Valoraba tu confianza, me hacia sentir importante. Me enseñaste a tener planes, a nunca darme por vencida. Viendo tu pasión por la bici, aprendí lo que significa ser constante y perseverar. Aprendí lo que es apasionarse por algo. Heredé de vos el placer de probar cosas nuevas y de probarme a mi misma a ver si puedo!
Fuiste un romántico con el que compartí la música de Sandro y Leonardo Favio y la poesía y ahora a los 50 también te sigo con la pintura al oleo. A vos te gustaba escucharme tocar la guitarra y cantar...y yo lo hacía con tanto gusto para vos!
Te extraño muchas veces, siempre...
Me gustaría poder contarte todo lo que me pasó en estos años, cuantas marchas y contramarchas tuve en la vida, cuantas cosas se me quedaron en el camino. ¿Que me hubieras dicho? ¿Qué me hubieras aconsejado?
Acaba de empezar el día del padre 2011. FELIZ DIA! Te quiero papi, te extraño...nos vemos...cualquier dia, un dia, seguro...NOS VEMOS...

2 comentarios:

Yo soy Celi dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Yo soy Celi dijo...

No me cabe duda que cada paso que diste sabías si tenías su consentimiento o no. De un modo u otro él te lo hizo saber.

Y la perseverancia para alcanzar tus sueños, la dedicación como hija, la integridad que te caracteriza como mujer y el ejemplo de madre que sos, no pueden más que hacerlo sentir orgulloso. Esté donde esté.